sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Puede un autor “indie” mejorar su estrategia?


Si te interesa este post es porque posiblemente seas uno de tantos autores “multifunción” que no solamente escribe, y además muy bien, sino que tras un largo e inútil peregrinar por diferentes editoriales convencionales decidiste un día (de desesperación) subir tus escritos a una de las plataformas digitales on line. No te sientas un ser extraño, y mucho menos desheredado de la Fortuna. No, no estás solo ni eres el único; en ello estamos cientos de miles y somos tantos, que ya casi no cabemos.

Cuando te decidiste a dar el paso como autor autoeditado y te enfrentaste a la plataforma, todo fue relativamente fácil: confeccionaste tu propia portada, conseguiste subir los textos, hiciste la elección del género, la redacción de la sinopsis y hasta pusiste el precio que te pareció más conveniente. La suerte, “tu suerte”, estaba echada, pero…poco tiempo después, cuando ya habías constatado con orgullo que tu novela se exhibía en la plataforma, llegó el desencanto al comprobar que no vendías nada o casi nada y que tu novela se perdía entre los cientos de miles de libros expuestos.

¿Qué hacer, entonces? Lo primero que quisiera decirte es que no dejes que cunda el pánico y mucho menos el desánimo, y lo segundo, que no renuncies a tus sueños. Posiblemente, por falta de experiencia y de apoyos, actuaste de un modo en exceso autodidacta o no tuviste el oportuno consejo de alguien experto que, como tú, también atravesó en su día ese Rubicón cuando se lanzó a la apasionante aventura de la autoedición y la autopublicación. Por ahí hemos pasado todos.


Lo que te toca ahora es no desinflarte, tomar asiento, reflexionar sobre lo que has hecho y lo que has dejado de hacer, verificar tus puntos débiles y los de la novela, plantearte qué sería lo mejor para interesar al mayor número de lectores y, sobre todo, preguntar a los ya saben de esto para que te ayuden a introducir algunas modificaciones en tu estrategia. Yo me voy a permitir ofrecerte en este post cuatro sugerencias, que nada te van a garantizar, pero que no está de más que las conozcas:

1.- Tarjeta de presentación: Título y portada.
¿Qué es lo primero que llama tu atención cuando entras en una librería y deseas comprar algo entre ese mare magnum de libros? ¡Claro, la portada! Una buena portada, según los expertos, es fundamental para atraer la atención del lector. Una portada atractiva vende por sí sola. ¿Y después? ¡Naturalmente, el título! La combinación de estos dos elementos; título y portada, atrapará poderosamente la atención del lector invitándole a la compra si has sabido captar su interés con otras cosas que ahora te diré. No olvides que una plataforma on line, tipo amazon, es una gigantesca librería cuyas ofertas las ves cómodamente desde el ordenador de tu casa, o en tu despacho, o en tu tablet, o en tu smartphone. Para ratificarme en lo que digo te daré un ejemplo que te va a convencer: Una de mis novelas de ficción histórica a la que había dado, inicialmente, el título de “La palmera de Damasco” y cuya portada (bastante mediocre) me la había confeccionado yo mismo, experimentó, súbitamente, una mejora radical en el ranking de ventas. ¿Qué pasó? 


Por consejo de dos amigas, muy expertas en estos asuntos, Marlene Moleón y Blanca Miosi, hice cambios radicales en la portada (encargándosela a un profesional de la categoría de Ernesto Valdés) mientras que la maquetación y revisión general corrió a cargo de un gran profesional como Daniel de Córdova. La portada quedó muy atractiva y el nuevo título (“Mi amor por un reino en Córdoba”) que respondía mejor al contenido de la novela y era, indudablemente, más sugerente que el previo, junto a una activa promoción en redes, la auparon hasta los primeros lugares de amazon en los géneros de biografía, historia y ficción histórica. Algo parecido ocurrió con otra de mis novelas: “El paciente de El Pardo” que tras un cambio de portada, llevada a cabo por el equipo de expertos de Eriginal Books, de Marlene Moleon, y una revisión exhaustiva de tipo ortotipográfico, consiguió situarse en las primeras posiciones de amazon en biografía e historia, y ahí continúa.


En resumen: Un título inexpresivo y una portada carente de atractivo harán difíciles tus ventas. Toma nota y confía tus vacíos y carencias a los profesionales; el esfuerzo tiene su recompensa.

2.-Sinopsis.
Volvamos a la librería. Estás bastante decidido a comprar un libro cuya portada y título han acaparado tu atención. Pero antes tienes que saber de qué va la historia. Ése es otro de los puntos clave: el sumario, que en pocas palabras tiene que informar al lector del contenido de la novela. Hay autores o editores que se limitan a contar en un par de párrafos y, por lo general, con bastante poca gracia los entresijo de la trama argumental con referencias inconcretas acerca de los personajes. Algunos, en su torpeza, hasta consiguen destripar el misterio de la novela con descripciones como: “…al final, el asesino del joyero acabará pagando sus fechorías con el precio de su propia vida.”. La sinopsis (en femenino) debería de utilizar, obviamente, “armas de mujer”, es decir; insinuar sutilmente lo que atesora sin desvelar todos los secretos que darían al traste con la fantasía y la curiosidad del lector. 

Además, la sinopsis, con la misma sutileza femenina que antes hemos comentado, debería, mediante frases muy sugerentes y sin cargar excesivamente las tintas, elogiar la originalidad del tema, la habilidad del autor para mantener constantemente la atención del lector, el ágil desarrollo de la trama para que, finalmente, todo se resuelva en un final sorprendente, sin olvidar que la lectura se hace profundamente amena al estar redactada en un impecable estilo literario. Obviamente, todo lo anterior resultaría estéril si tu novela, en sí misma, no cumpliera los postulados que acabamos de comentar. Por ello, repasar y corregir el texto tantas veces como sea necesario y pedir la cooperación de lectores-censores es otra argucia muy necesaria para entregar al lector un libro en las mejores condiciones posibles. Generalmente, si tu primera novela gusta a un grupo de lectores, éstos estarán más predispuestos a comprarte la segunda.

3. Clasificar adecuadamente el género.
Ya se sabe que cada lector tiene sus gustos y tendencias. Por ello, es muy necesario que en la descripción de los géneros seas muy contundente y resolutivo. Algunos autores tratan de clasificar su novela en tantos géneros como posibilidades ofrece la plataforma digital on line. Grave error. El lector de novela negra, buscará sólo novela negra, y el de romántica, solamente género romántico. La superabundancia de géneros y "palabras clave" para un solo título sólo genera confusión en el lector quien acabará por desestimar la compra de tu libro. 
Si tu novela es romántica y la atmósfera que recreas se ambienta en hechos históricos del siglo XVIII, clasifícala únicamente como romántica y de ficción histórica, pero no insistas en otros géneros creyendo que, con ello, abarcarás un más amplio espectro de lectores. El efecto es justamente el contrario. Un libro no puede ser tan versátil como para poder ser clasificado en siete géneros distintos. Los expertos aconsejan no citar más de dos géneros por novela y tres o cuatro palabras clave. Tres o más géneros, sólo conseguirán confundir al teórico comprador y ahuyentarlo de tu relación de posibles lectores.

4.- Autopromoción:
Si crees que subiendo tu novela a una plataforma de servicios editoriales lo has hecho todo, ya puedes empezar a olvidarte de cualquier mínimo éxito de ventas. Una vez que has hecho la presentación digital de tu novela, teniendo la certeza de que has entregado no sólo lo mejor de ti mismo sino un texto atractivo, bien presentado y hasta cautivador, te toca ahora tu propia promoción aprovechando los medios que hoy te ofrece Internet y que, básicamente, son redes sociales como Twiter, Facebook, linkedin, Google+… Cuantas más mejor, aunque de entre todas, Twiter es la más eficaz para la autopromoción. 


Pero tampoco te pases en el número diario de tuits ni te muestres pesado pidiendo a tus teóricos lectores que compren “tu fantástica obra porque van a flipar”, “porque después ella, el diluvio”, “porque no van a leer nada mejor en su vida” y frases tan torpes como ineficaces. Cuantos más followers tengas, mejor. Sigue para que te sigan. Da las gracias cuando te tuiteen o retuiteen. En cuantos más grupos de autores indies te instales activamente, mejor. Aprenderás mucho. Cuantos más tuits cuelgues en favor de otros, mejor; ya que ellos harán lo mismo contigo. Entra en foros afines a tu causa y pregunta y comenta. No tengas miedo a preguntar; nadie nace sabiendo. Da publicidad a los comentarios que hagan algunos lectores a favor de tu obra y no te deprimas cuando lleguen los adversos. Para ser escritor y estar en la brecha hay que tener cintura y aceptar las críticas, buenas o malas, tal como vengan. Abre tu propia página en Facebook, ilústrala convenientemente y recomienda tu obra, sin agobiar. Haz lo mismo en Google+. Genera tu página de autor en amazon.com y si te es posible hazlo en español e inglés. 

http://www.amazon.com/-/e/B001K11FIY

Crea tu página web personal o haz una para tu novela y publicítala. Mantén activo un blog (las plantillas hoy en día son magníficas y muy versátiles) y en posts periódicos habla “de lo tuyo” sin olvidar que hacer referencias sobre los trabajos de tus colegas te generará simpatías y quién sabe si hasta ayudas que servirán para generarte más ventas. Ilústralo con fotografías elocuentes y no hagas críticas negativas de nadie porque nada positivo te aportará. Piensa que es mejor ser dueño de tus silencios que esclavo de tus palabras.


Podríamos seguir hablando horas y horas sobre un asunto tan complejo como el que nos está tocando vivir con la llegada de las nuevas ediciones digitales, pero tampoco se trata de agotar el tema en un solo post. Mi intención ha sido la de darte unas pinceladas basadas en mi propia experiencia ( a veces amarga) vivida desde los primeros pasos que di en este mundillo y en el que ahora me siento, si no encantado, sí al menos muy satisfecho por haber conocido, sobre todo, a gente extraordinaria de la que he aprendido y sigo aprendiendo cada día.